El juego empieza a girar, sos princesa de la plaza, pispeas los otros caballitos a ver si tu príncipe salvador esta girando también por ahí. Hay una pibita al lado tuyo que disfruta a pleno el vientito en la cara.
Segunda vuelta, empezas a agarrarle el gusto a cabalgar, te preguntas si tu corsel será capaz de ir un poco más rápido.
Tercera vuelta, el señor que maneja la calesita le amaga la sortija a la pibita y se le escapa entre los dedos. Se acerca a vos, lo haces por ella y para que él viento la siga despeinando. La atrapás, sos la nueva líder de la manada.

Una vuelta gratis, independencia económica, ya te olvidaste del príncipe.
Bajan todos, vos te quedas. Una vuelta más y te empezas a dar cuenta de que el juego te devuelve siempre al mismo lugar.
Termina la vuelta, te quieren bajar y no saben como hacer. Negocias con el dueño de la calesita, una vuelta gratis para todes les pibes de la plaza y que cambien el disco horrible de floricienta por el nuevo de Lucy Patané