Nacer en esta tierra fue nuestra mayor suerte...
De todas las nacionalidades, la mexicana elige primero a sus campeones. Los arroja al mundo luchando, les da su nombre -su propia máscara, su propio símbolo, su propia alma- y se los lleva luchando.
Sólo el mexicano habrá de seguir su pugna después de la muerte en el mictlán (I), haciéndose uno con la montaña (II )y renacer del polvo en la piedra prístina -en obsidiana- (III) para seguir la vereda donde llueven flechas (IV) y llegar a alimentar gran jaguar (V) para volverse uno con el todo (VI).
mictlán Lugar donde los muertos luchan por alcazar el descanso eterno
tepeme tonamictlan Donde las montañas chocan
itztepeetl Montaña de obsidiana
temiminaloyan Lugar de flechas
telloyocualoyan Donde te comen el corazón
chinconahualoyan Donde te vuelves uno con el todo
México es la cuna,
su gente quien da la cara
gozamos tanto la vida
que ni su final nos para
tarde o temprano llegamos
al lugar del que no se habla
en las alas de los dioses,
más allá de las palabras
lloramos con pasión
pero reímos más fuerte
pues nacer en esta tierra
fué nuestra mayor suerte...
su gente quien da la cara
gozamos tanto la vida
que ni su final nos para
tarde o temprano llegamos
al lugar del que no se habla
en las alas de los dioses,
más allá de las palabras
lloramos con pasión
pero reímos más fuerte
pues nacer en esta tierra
fué nuestra mayor suerte...
Esta colección le pertenece al mexicano, como nuestra alma a la lucha eterna hasta encontrar paz
