Nada es tan importante en la vida de los seres humanos que los vínculos que establecemos con otras personas, con diversos grupos y con nuestra comunidad. En situaciones de desastres, crisis sociales y situaciones traumáticas se rompen esos vínculos y se caen los sistemas de protección a los que estamos habituados; que nos daban seguridad y permitían encontrarle significado a la vida.
Re-establecer este vínculo con otros se inicia cuando descubrimos que no estamos solos, cuando se recupera la confianza y la esperanza de seguir adelante con otras personas, en un grupo, ya sea familiar o comunitario. Esto es lo que pretende la intervención psicosocial en momentos de emergencia, crisis y situaciones traumáticas. Brindar a la persona las herramientas que le permitan sentirse parte de un tejido social y una red social de apoyo (necesidad de pertenencia, participación y ayuda mutua), que le permita manejar sus emociones y recuperarse emocional y socialmente (necesidad de auto control y autonomía) y desarrollar estrategias para establecer en lo posible la vida cotidiana (necesidad de seguridad).
