Este es un muy viejo proyecto universitario al que le tengo mucho cariño.
Realizado en equipo con la diseñadora y amiga Miri Granier.
El proyecto, con un fin ficticio, era realizar un cenicero a través del packaging que serviría como elemento de divulgación en una campaña contra el tabaco. Se trabajó el concepto de la calavera como simbolismo de lo peligroso. La parte superior de la cabeza está realizada con una lámina material ignífugo, que es la que se convierte en el cenicero.