Un acercamiento a la topografía de Hornachuelos, y en concreto a un elemento característico como son las cuevas, conduce a la concepción de un plan integral de urbanismo, paisaje y arquitectura, donde las formas y las envolventes irregulares, curvas, junto a recorridos sinuosos, dan lugar a un proyecto totalmente experiencial para el visitante y usuario.

La Intervención Parcial 1 consta de un edificio de viviendas caracterizado por una gradación en la privacidad, con la presencia de una terraza semi pública vinculada al parque urbano o una calle interior que distribuye internamente a los inquilinos, ya sea a pie o en vehículo, hasta la organización de las propias viviendas, donde todo se desarrolla de lo más público a lo más privado (zona de día previa a la zona de noche). Las viviendas, por su parte, se articulan en torno a una espina de almacenaje, creando una distribución totalmente flexible, solamente marcada por los cuartos húmedos.

En lo que refiere a la Intervención Parcial 2, se crea un parque urbano conectado con las vías más próximas mediante el uso de los mismos materiales y la disposición de espacios intermedios, previos a las viviendas. El parque dispone de un relieve que pretende simular el negativo de las cuevas que existen debajo del mismo, señalando su traza mediante una iluminación de LED continua. Esta montaña artificial funciona como mirador hacia el valle, al mismo tiempo que se relaciona con un área de juegos infantiles. Se vincula a este parque un conjunto de equipamientos: un local comercial y un restaurante – club social, que puedan servir como focos atrayentes al parque, al tiempo que dinamizan un área de la ciudad con muchas potencialidades.

El lenguaje final da unidad al conjunto: materiales como el hormigón y la madera, una paleta de colores común y el detalle de la rejería, aplicada en todas las diferentes escalas de la intervención.