El Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá se fundó en el 2012 en homenaje a los 50 años del Concilio Vaticano II; es un evento anual, multirreligioso, que tiene como objetivo divulgar la espiritualidad del mundo a través de sus músicas sagradas, promoviendo así el diálogo, la unión, el respeto a la diversidad de creencias, y una cultura de paz.

Para el desarrollo de la identidad del Festival se tomó como punto de partida su lema: "La música nos une". Se exploraron elementos visuales de diferentes religiones poniendo siempre la música como elemento central.

Cada Festival cuenta con la donación de una obra artística la cual se convierte en el elemento central de la mayoría de las piezas y da la guía de estilo para las demás. En el caso del 5o. Festival, la obra fue "Trompa" del maestro Santiago Cárdenas.