Por Randy Gage.

 

A veces te puedes sentir que estás viviendo dos vidas - vidas que están dramáticamente en conflicto entre sí.

 

Está tu vida día a día, ganándote la vida, haciendo un montón de cosas que no deseas hacer. Tienes pensamientos mezquinos, dudas y temores. Te cuestionas a ti mismo y a tu propia valía, pensando que no mereces la prosperidad y la felicidad.

 

Luego está tu otra vida. En la que estás soñando y meditando, estableciendo metas y visualizando la grandeza. Ansías mucho por las cosas que puedes tener, hacer y sobre todo, convertir.

 

Si perseveras, alcanzarás el último nivel de la conciencia. Cuando te das cuenta de que eres solamente humano, pero sólo humano es suficiente. Te das cuenta que hasta las almas más iluminadas cometen errores, tienen dudas y hacen cosas que lamentan. Pero ellos se perdonan a sí mismos y siguen adelante.

 

Todo esto es parte de la deliciosa montaña rusa de la vida. Las victorias son endulzadas por los fracasos que llevaron a ellas. En el momento en que te das cuenta de esto, es el momento en que te liberas. Tus dos vidas se convierten en una, y avanzas a través de lo bueno y lo malo, moviéndote hacia tus sueños.

 

Porque sabes que eres digno y te lo mereces.