El lugar, la Arquitectura.
Fue tres días antes de las navidades de 1929, uno de los más fríos del siglo, en su oficina en Cremona el ingeniero Giovanni Valli estaba ultimando el proyecto para la construcción de las instalaciones de bombé de agua desde el río Serio al viejo canal Borromea dentro de Crema.
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La Restauración.
En 1999, Umberto y Antonio Cabini deciden comprar el edificio y llevar a cabo las reparaciones necesarias de restauración y mantenimiento, con el fin de reparar el daño que se han producido debido al abandono del edificio. El objetivo que se persigue es la transformación del edificio en un espacio multifuncional para exposiciones, espacios residenciales temporales, diseño de espacios al aire libre. Para ello se diseña una identidad que represente el gran valor del edificio junto a su pasada función otorgando una segunda vida al espacio.
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