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Chronicle No 2: Perito Moreno Glacier

This is the complete chronicle written exclusively for Siglo Nuevo magazine, complement of El Siglo de Torreón and El Siglo de Durango. An edited version was published on issue number 241 on September 12, 2015 on pages 24 and 25. The edition consists of 50,000 copies and it can be found digitally in:
 
https://www.elsiglodetorreon.com.mx/suplementos/sup/siglon/?y=08&n=241
 
* Note: The chronicle will be published in spanish.
            Caminar cuesta arriba cargando una mochila de más de veinte kilos, después de un viaje de veintiocho horas en autobús, es cosa seria. Acabo de llegar a la terminal de El Calafate, nada más importa, en mi mente solo hay un pensamiento: conocer el glaciar Perito Moreno. La emoción y la adrenalina se apoderan de mí y me hacen caminar por las desiertas calles de esta remota ciudad, me impulsan a encontrar mi hostal, solo con un mapa y unas instrucciones escuetas. Dejo mi mochila y respiro aliviado. Cansancio?, nada que una ducha caliente no resuelva, por ahora tengo que buscar cómo llegar al glaciar. 
(CAL08) Glaciar Perito Moreno V
(CAL09) Glaciar Perito Moreno VI
            Aún recuerdo vívidamente ver el glaciar asomarse entre las curvas de la carretera, mi asombro por ese azul eléctrico que jamás había visto, contrastando con las oscuras montañas del fondo. Mi asombro creció al llegar a las escalinatas construidas especialmente para disfrutar su majestuosidad. Desde arriba se ve pequeño e infinito, conforme vas bajando las escalinatas y llegas a la base su altura de sesenta metros se impone ante ti. Caprichosas formas geométricas se extienden a lo largo de cinco kilómetros, entre grietas y picos de hielo, el blanco y el azul eléctrico contrasta con ese verde-azul tan característico de un lago glaciar, el Lago Argentino. Un espectáculo exótico imposible de creer, y cuando crees que has visto lo mejor, a lo lejos se escucha un crujido que hace eco entre las cuevas de hielo. Un inmenso trozo de glaciar se desprende desde lo alto y choca violentamente contra el agua, alzando una ola de varios metros de altura que llega hasta orilla, justo debajo de donde estamos. Cómo poder olvidar ese profundo y grave crujido del hielo mezclarse rápidamente con el sonido de la ola extendiéndose hasta la orilla rocosa de la playa. Es un espectáculo único en el mundo.
(CAL01) Glaciar Perito Moreno I
(CAL10) Glaciar Perito Moreno VII
(CAL11) Glaciar Perito Moreno VIII
            No solo quedé conforme para verlo de cerca, me tenía que acercar aún más a él, hasta lograr caminar en su superficie fría y rígida. Desde el “Puerto bajo las sombras” tomamos un pequeño barco que nos lleva a recorrer toda la pared sur del glaciar, entre témpanos de hielo y viento patagónico helado, navegamos por el Brazo Rico del lago argentino hasta desembarcar en una pequeña playa rocosa de color marrón. La emoción se apodera de mi a cada paso que doy, pero aún no llegamos, todavía tenemos que cruzar a pie por un pequeño bosque en un camino zigzagueante que desemboca en una playa oscura de rocas filosas con la pared del glaciar al fondo. La escena me parece un paisaje de otro planeta, la negrura de la pequeña playa contrastando con el vivo color blanquiazul de la pared glaciar. En mi cara siento esa helada ráfaga de viento que me recuerda que estoy muy al sur del planeta, lejos de mi cálido hogar. Mi cámara no puede parar de hacer fotografías, mi mente enloquece y la adrenalina sube.
(CAL05) Glaciar Perito Moreno II
 
(CAL07) Glaciar Perito Moreno IV
            Soy de los primeros en ponerse los grampones, esos pedazos de metal con garras que se adhieren a los zapatos. Mis pies se sienten pesados y me toma un poco acostumbrarme a ellos. Mis primeros pasos en el hielo son inseguros, pero pronto me acostumbro y camino sin mayor problema entre cuevas, empinadas colinas de hielo y riachuelos azules. La caminata es asombrosa, pasas por grandes desfiladeros escuchando el gran caudal de agua que pasa debajo de ti, miras hacia abajo y solo ves la negrura de la profundidad. De vez en cuando se escuchan graves crujidos del hielo debajo de ti, es un poco atemorizante, pero te recuerda que el planeta está vivo, y sigues tu curso sobre el glaciar. Riachuelos cristalinos de donde puedes beber agua limpia con ese sabor tan característico de la fresca agua glaciar. Grandes grietas que forman cuevas de un color azul más intenso y fosforescente  que el resto, caprichosas formas y ruidos que no esperarías encontrar en un sitio tan frío, e incluso aquí la flora y fauna sobrevive las inclemencias del tiempo. Qué mejor manera de cerrar esta experiencia que alzando nuestro vaso de whiskey, enfriado con un trozo de hielo del glaciar, y pronunciando esas maravillosas palabras universales: Salud!.
(CAL06) Glaciar Perito Moreno III
© Rafael Blando Torres
Chronicle No 2: Perito Moreno Glacier
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Chronicle No 2: Perito Moreno Glacier

Chronicle No. 2 for Siglo Nuevo magazine issue no. 241

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