La cara oculta de las letras
Las letras son algo muy simple, un símbolo gráfico que representa un sonido en concreto. La simplicidad de las letras las hace muy interesantes. La mayoría de las letras tienen un eje de simetría, lo que significa que se pueden dividir en dos partes completamente iguales. Sin embargo, en la familia de letras que componen el abecedario, hay unas ‘’intrusas’’ unas letras que no son tan simples como aparentan ser, son aquellas letras que no tienen un eje de simetría. Esas letras sin eje de simetría reflejan distinto, crean otros símbolos completamente distintos de la letra inicial, un dibujo, una especie de jeroglífico. Digamos que un abecedario es como una persona, y las letras sus características.
Las letras que son simétricas vendrían a ser algo como las características que toda persona, como humano tiene. Por otro lado, las que no tienen un eje de simetría son aquellas características que nos diferencian de los demás, las más personales, y las que hacen a todos y cada uno de los humanos únicos e irrepetibles. Es increíble como un invento como es la escritura, o las letras, diseñado para la comunicación entre las personas, sea tan simple y tan complejo por otro lado. Refleja por completo la naturalidad del ser humano incluso al crear un sistema con el que entenderse por regiones, países o sin fronteras incluso.
Es simple por que con unos pocos trazos puedes comunicar, puedes darte a entender y puedes captar y comprender. Esa característica de las letras, está presente en toda persona humana, por inercia va a comunicarse, a darse a entender, ya sea para expresar una necesidad, cuestionar una pregunta cualquiera o para darse a entender de algún modo. Ésas son las letras simétricas, las que por naturaleza ya te vienen dadas. Por otro lado, la complejidad del abecedario radica en que tienes múltiples, millares, y millones de posibilidades. Hay quien usa sólo el lenguaje para darse a entender, y hay quien hace virguerías, quien hace cosas interesantes con este medio, que se separa de lo común para crear algo nuevo. Ese mismo número de posibilidades es el de las múltiples características que alguien puede adoptar.
Con esto quiero dar a entender que qué bella es la variedad, la diversidad, las opciones, las miles de millones de posibilidades que hay en una persona, en una sociedad, en la vida y este mundo. Qué aburrido sería todo si fuera simétrico, si todo nos fuera dado de un principio y no pudiéramos aspirar a algo más, tenemos que tener más letras asimétricas en nuestras vidas, y nos daríamos cuenta, de que aunque todo parezca muy complejo, en realidad es tan fácil como rectificar y dibujar otra letra.
