Este tocador es una síntesis entre la elegancia clásica y la vanguardia del neoplasticismo de Piet Mondrian. El espejo, de diseño clásico, refleja la opulencia del pasado, mientras que la estructura del tocador se inspira en la pureza geométrica y los colores primarios del neoplasticismo. Es una obra de arte funcional que fusiona tradición y modernidad, invitando a explorar la intersección entre la historia del arte y la innovación contemporánea.