Inició una nueva era esperada por muchos, anhelada por otros tantos más. Sería iluso y carente de responsabilidad con la misma pasión, atrevernos a pronosticar escenarios para este ciclo, pero cómo ilusiona esta victoria que más allá de la goleada, regaló pinceladas de fútbol bonito y lo más destacable es haber visto en la cancha lo planteado por el seleccionador nacional José Néstor Pékerman quien en rueda de prensa afirmó que, “Queremos insertar el tema de la mentalidad de grupo”. Y verdaderamente se ha podido apreciar en el campo.

Chistes y memes marcaron la noche victoriosa en la que la Vinotinto jugando de local en el Estadio Agustín Tovar de La Carolina en el estado Barinas, le ganó en un 4-1 con un hat-trick de Salomón Rondón a la selección de Bolivia, quienes dirigidos por César Farías, exdirector técnico de Venezuela, venían con opciones que le permitiesen una clasificación al repechaje, sin embargo la derrota no les ha quitado del todo sus posibilidades.

Aunque esta victoria llegó tarde para los dirigidos por Don José Néstor, pues las posibilidades de participar en la cita mundialista de Catar 2022 son inexistentes por no decir imposibles (porque ya sabemos que el balón es redondo), el ciclo que ha iniciado con este triunfo, ha entusiasmado al público criollo. Uno de los más grandes desafíos.

Venezuela se ilusiona con lo que podría ser un ciclo definido por el compromiso y la unificación de la plantilla que aunque llena de jóvenes promesas y jugadores experimentados en ligas competitivas como Salomón Rondón en la Liga Premier de Inglaterra jugando con el Everton y Tomás Rincón en la Serie A de Italia vistiendo la camisa de la Sampdoria, ha dejado mucho que desear a la hora de jugar en conjunto (dentro y fuera de la cancha), al menos en los últimos dos ciclos mundialistas.

Pekerman ha reconocido la urgencia de unificar nuevamente bajo una misma identidad todo el ecosistema del fútbol criollo, desde las canteras hasta la selección mayor se ha propuesto un proyecto interesante. Solo toca seguir apoyando y tener fe de que a la larga este ciclo rinda sus frutos.

Es un proyecto que necesita apoyo de todos, pasando por la directiva, los jugadores, patrocinantes y la hinchada que sigue latiendo vinotinto. Algunos consideran que es muy temprano para subirse en la que han denominado “La Pekermaneta”, eso ya quedará a criterio de los sabios del deporte rey, pero lo que no puede evitarse es sentir de nuevo el entusiasmo al ver a los jugadores pasarse el balón y engranar un juego que tiene potencial para lograr hazañas. Ya el profe Pekerman sabe algo de milagros.