Las madres entregan todo y no reciben mucho a cambio, no poseen a sus hijos. Las mujeres campesinas en las fincas cafeteras entregan cosecha y frutos sin recibir una remuneración acorde a su trabajo, sin siquiera poseer las tierras. Ambos trabajos, la maternidad y el trabajo de campo requieren gran esfuerzo físico. El cuerpo de la mujer es quien lo debe soportar; es así como el cuerpo de la mujer, su cuerpo desnudo, incómodo y cansado, se convirtió en mi elemento protagonista.