Antártida. Colimba. 1958.
Luciano fue a la Antártida.
Yo no lo conocí, pero no puedo evitar encontrar nuestros puntos en común a pesar de que él jamás se enteró de mi existencia.
Odiaba a los milicos, en el 58 le tocó hacer la colimba, lo mandaron a marina. Usualmente las campañas de marina eran de dos meses, a él lo tuvieron cuatro en Bahía Esperanza (sin contar los del viaje). Luciano volvió odiando las chauchas, tenían raciones de comida para dos meses, no cuatro. A los dos meses se terminó la carne para la tropa y vivieron a comida enlatada (eso sí, los jefes carne comieron siempre).
Se llevó su cámara, hoy la tengo yo para arreglarla y usarla, le había comprado un rollo (de 126mm) pero lo velé. También se llevó su guitarra, cayó al mar pero la pudo recuperar, estoy en plan de encontrarla yo ahora, no para tocarla pero al menos para acercarme un poco más. Le gustaba el tango, a mí también, pero odiaba Piazzolla y yo lo amo. La nonna me cuenta que él afinaba de oído, seguro nunca se imaginó que su nieta iba a tener un aparatito que además de usarlo para comunicarse también tiene un afinador.
Encontramos estos negativos, arruinadísimos. Los tenía guardados hace años, los quería llevar a un laboratorio pero por x o y no lo hice. Se me ocurrió escanearlos en casa, los invertí, toqué niveles de valor, y acá están...
Yo no lo conocí, pero no puedo evitar encontrar nuestros puntos en común a pesar de que él jamás se enteró de mi existencia.
Odiaba a los milicos, en el 58 le tocó hacer la colimba, lo mandaron a marina. Usualmente las campañas de marina eran de dos meses, a él lo tuvieron cuatro en Bahía Esperanza (sin contar los del viaje). Luciano volvió odiando las chauchas, tenían raciones de comida para dos meses, no cuatro. A los dos meses se terminó la carne para la tropa y vivieron a comida enlatada (eso sí, los jefes carne comieron siempre).
Se llevó su cámara, hoy la tengo yo para arreglarla y usarla, le había comprado un rollo (de 126mm) pero lo velé. También se llevó su guitarra, cayó al mar pero la pudo recuperar, estoy en plan de encontrarla yo ahora, no para tocarla pero al menos para acercarme un poco más. Le gustaba el tango, a mí también, pero odiaba Piazzolla y yo lo amo. La nonna me cuenta que él afinaba de oído, seguro nunca se imaginó que su nieta iba a tener un aparatito que además de usarlo para comunicarse también tiene un afinador.
Encontramos estos negativos, arruinadísimos. Los tenía guardados hace años, los quería llevar a un laboratorio pero por x o y no lo hice. Se me ocurrió escanearlos en casa, los invertí, toqué niveles de valor, y acá están...
