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Ni Dios ni argentino.

NI DIOS NI ARGENTINO.
Julio 2020
​​​​​​​Con la reciente caĂ­da del Barcelona contra el Osasuna, que le regalĂł el tĂ­tulo de La Liga de España al Real Madrid, Messi liberĂł toda su bronca hacia su equipo. A pesar de haber tenido un excelente rendimiento y batir otro rĂ©cord en su carrera, durante el partido anterior, manifestĂł que sĂłlo no puede y que no quiere perder mĂĄs tiempo con un equipo en el que hay que cambiar muchas cosas de forma urgente.

ÂżSerĂĄ que el presente del Barça, le recuerda a su paso por la selecciĂłn argentina? Es que se diĂł a conocer el calendario del prĂłximo mundial de fĂștbol que serĂĄ en Qatar a finales del 2022, y tal vez eso tambiĂ©n lo sacĂł de eje. Se vuelve a sumar la presiĂłn de clasificar e intentar, por Ășltima vez en su carrera, obtener la copa que tanto le pesa.

A sus 33 años, hay que recordar que Messi no es Dios. QuedĂł demostrado que por sĂ­ solo no puede lograr todo lo que le ponen adelante, incluso con el peso de su apellido, no es tan influyente cĂłmo se cree. ÂżCuĂĄntas veces escuchamos el “Messi y sus amigos” cuando se refieren a un plantel futbolĂ­stico, especialmente de la selecciĂłn local, o el afamado “LĂ­o no quiere a X jugador en el equipo”?
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Jugar con amigos es “mĂĄs fĂĄcil” en la canchita de fĂștbol 5, pero totalmente diferente en competencias internacionales. Parece que sus amigos lo dejan solo, total es Messi: ni puede perder, mirĂĄ si lo van a dejar afuera al mejor jugador del mundo. Error 404 not found. Cada vez que alguien dice esa frase, me acomodo porque ya sĂ© lo que se viene: insultos al equipo, la cabeza del director tĂ©cnico, la inmediata renuncia de los dirigentes de AFA y hasta CONMEBOL. Arremeten contra todo y todos, menos con Ă©l, porque no se puede, estĂĄ prohibido y el que se anima a ir contra la corriente es tildado de vende patria que no sabe nada de fĂștbol, ni hablar si sos mujer. No se animan a ver el verdadero error.

Nacer en Argentina pero haberla dejado de tan chico, tiene sus cosas que van mĂĄs allĂĄ de hacer asado, comer dulce de leche del pote, tomar mate o decir “boludo”. Es saber y entender el fĂștbol, tanto local como continental. Él tuvo la oportunidad de vivir en La MasĂ­a, una de las mejores fĂĄbricas de jugadores del mundo. AllĂ­ se formĂł a travĂ©s de una educaciĂłn futbolĂ­stica basada en tres pilares: aspecto fĂ­sico y deportivo, formaciĂłn moral y acadĂ©mica. No solo aprendiĂł cosas a nivel futbolĂ­stico sino como persona con la mentalidad y valores que le inculcaba y fundamentaba el club.

QuizĂĄs sea por esto que a Messi le cueste sentirse 100% argentino mĂĄs allĂĄ de un trofeo con la albiceleste, o tal vez es lo que necesita para serlo. Crecer en otro paĂ­s y jugar un fĂștbol diferente, no lo hace Dios, repito. Simplemente porque fue formado con un chip perfeccionista, podrĂĄ ser el mejor en Europa, porque para eso se lo educĂł y jamĂĄs tuvo la posibilidad de probar otro fĂștbol, ni siquiera sentir una hinchada mĂĄs pasional. Quiso jugar su carta con la de Argentina y la cinta de capitĂĄn en el brazo, pero se olvidĂł que jugaba con amigos que estaban en la misma o que tenĂ­an otro tipo de experiencia, y se notĂł.
No lo culpo porque es difícil cambiar la forma de ver, pensar y percibir este deporte, por fuera de esa educación con la que se formó. Quizås sea hora de humanizar al jugador y entender que la magia no dura para siempre, que tener un rincón de la casa repleto de balones y botines de oro, no te convierte en una deidad. Estå bien asumir que es complicado ganar el trofeo tan ansiado, porque no solo depende de tener al mejor jugador en el equipo, sino también de todo lo que lo rodea. Dejemos a Lio ser una persona, que ya demasiada carga tuvo en su espalda. Y ganar un mundial es tan de los 80.
Ni Dios ni argentino.
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