Gracias a labloggerbogotana (instagram) por este muñeco de Serafín, personaje emblemático de la ya desaparecida Empresa Distrital de Servicios Públicos (EDIS) de Bogotá.
En 1958, como uno de los múltiples intentos de darle una solución al problema del aseo y del manejo de las basuras a Bogotá (uno de los problemas más graves de la ciudad casi que desde su fundación), se creó la Empresa Distrital de Aseo, la cual tenía como función la recolección de basuras, y el barrido y la limpieza de la ciudad.
Dos años después, en 1960, esta empresa se reorganizó y se le dio una nueva razón social, llamándose desde entonces Empresa Distrital de Servicios Públicos (EDIS). A la EDIS se dieron nuevas funciones, tales como la operación del matadero, el manejo de las plazas de mercado y la administración y expedición de licencias para la operación y explotación de cementerios públicos y privados en la Ciudad.
La empresa creció rápidamente en sus dos primeras décadas de existencia. Sin embargo, debido a una serie compleja de factores, entre los que se encontraban el crecimiento desbordado de la ciudad (que entre principios de los años cincuenta y comienzos de los noventa había quintuplicado su población) y el despilfarro de sus recursos, la EDIS entró en crisis en los años ochenta, mostrándose ineficiente a la hora de afrontar sus funciones.
Por ello el Concejo de Bogotá la liquidó en 1993, año en que según un artículo de El Espectador de 2012, la empresa había dejado de recoger la basura en una parte considerable de la ciudad, dejándola sumida en lo que dicho escrito consideraba una “emergencia sanitaria”.
La EDIS fue entonces reemplazada por la Unidad Ejecutiva de Servicios Públicos (UESP) en 1994, que prestaba servicios de barrido, recolección, disposición de residuos sólidos, cementerios, hornos crematorios, plazas de mercados y galerías comerciales.
Serafín fue el personaje representativo de esta empresa, pero solo unos pocos lo recordamos.
En 1958, como uno de los múltiples intentos de darle una solución al problema del aseo y del manejo de las basuras a Bogotá (uno de los problemas más graves de la ciudad casi que desde su fundación), se creó la Empresa Distrital de Aseo, la cual tenía como función la recolección de basuras, y el barrido y la limpieza de la ciudad.
Dos años después, en 1960, esta empresa se reorganizó y se le dio una nueva razón social, llamándose desde entonces Empresa Distrital de Servicios Públicos (EDIS). A la EDIS se dieron nuevas funciones, tales como la operación del matadero, el manejo de las plazas de mercado y la administración y expedición de licencias para la operación y explotación de cementerios públicos y privados en la Ciudad.
La empresa creció rápidamente en sus dos primeras décadas de existencia. Sin embargo, debido a una serie compleja de factores, entre los que se encontraban el crecimiento desbordado de la ciudad (que entre principios de los años cincuenta y comienzos de los noventa había quintuplicado su población) y el despilfarro de sus recursos, la EDIS entró en crisis en los años ochenta, mostrándose ineficiente a la hora de afrontar sus funciones.
Por ello el Concejo de Bogotá la liquidó en 1993, año en que según un artículo de El Espectador de 2012, la empresa había dejado de recoger la basura en una parte considerable de la ciudad, dejándola sumida en lo que dicho escrito consideraba una “emergencia sanitaria”.
La EDIS fue entonces reemplazada por la Unidad Ejecutiva de Servicios Públicos (UESP) en 1994, que prestaba servicios de barrido, recolección, disposición de residuos sólidos, cementerios, hornos crematorios, plazas de mercados y galerías comerciales.
Serafín fue el personaje representativo de esta empresa, pero solo unos pocos lo recordamos.
