Gracias a lilavattigram (instagram) por este recuerdo.

"Cuando tenía seis o siete años jugaba con una muñeca a la que amaba con todo mi corazón. Un día cometí el craso error de bañarla. Con el champú se le hundieron los ojos, se le cayeron las pestañas y los tres pelos que tenía se reventaron de tanto peinarla. Poco después estaba acompañando a mi mamá en el trabajo cuando vi en el periódico un anuncio de la CLÍNICA DE MUÑECOS CASAS REYES. Le supliqué que me llevara, pues mi muñeca tenía que mejorar.

Cuando llegamos me subieron a un segundo piso, donde una señora súper amable trajo una camilla y con otras personas pusieron allí a mí muñeca. Le tomaron los signos vitales y llenaron una planilla con los datos, pues yo era una madre responsable y debía estar presente cuando le dieran el alta. Le dieron la factura a mi mamá mientras me daban indicaciones: debía mantener la calma y esperar con paciencia, porque el médico de muñecos la iba a revisar. Su dictamen fue claro: en quince días podía pasar por ella. 

Fueron tan empáticos con el proceso que por eso aún no lo olvido.

Volví más tranquila a casa y regresé a las dos semanas, momento en el que mi muñeca salió una vez más en la camilla. Se veía como nueva: un hermoso vestido y un moño la acicalaban, al tiempo que yo me sentía dueña de un tesoro. Las dos señoras responsables de la Clínica fueron un sol esa y las tres veces siguientes que utilicé sus servicios. Allá no solo reparaban muñecos... aliviaban corazones".

Gracias, clinica_de_munecos_bogota (instagram) , por haber sembrado la semilla de esta historia.
Clínica del Muñeco
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